Tuerer a Mauro
Perder las gafas en casa, muchas veces, mucho rato y buscarlas por todas partes, a menudo con un pelín de desesperación porque no puedo entender que sea tan ababol y descubrir casualmente que las llevo colgando del escote.
Dar vueltas, muchas vueltas, en cualquier parking que conozco si aparco el coche en otra planta.
Mancharme, sobre todo cuando como helados.
Mandar chistes malos. Aunque a mí me hacen gracia.
Buscar las llaves y llevarlas en la mano.
Buscar el teléfono y estar hablando por él.
Canturrear en el trabajo, bueno por las mañanas en general.
Ser un desastre con las manualidades. Ni montar un huevo Kinder, vaya.
Conducir
Tener y querer a #MiMuyMejorAmigo
Llevar en contra el cierzo cuando voy en bici, da igual la dirección en la que pedalee.
Tener tiempo para lo importante. Esto, lo practico más en el trabajo que en la vida personal, la verdad.
Indignarme con las injusticias.
Dar los "Buenos días" en Twitter a la "Buena Gente" a la "Gente Buena" con una foto antigua de Zaragoza.
Disfrutar de los pequeños momentos.
Reírme de mí misma.
Hablar sola por la calle, bueno, en realidad, en cualquier sitio.
Ser devota practicante de la Ley de Murphy .
Organizar y Disfrutar de la "Tradicional Fiesta del Queso".
Madrugar, madrugo la leche.
Comprar en Amazon. Esto se me da de "puta madre".
Oler el petricor.
Estar melancólica. A veces, a ratos.
Añorar mi infancia aunque la recuerde en blanco y negro.